¡¡¡¡¡¡¡Da de comer al hamster!!!!!!

martes, 26 de enero de 2010

Canis Lupus

“[-]Piye tomó Hermópolis al rey enemigo Nemrot, y avanzó hacia las cuadras de los caballos y los aposentos de los potros. Cuando vio que habían sufrido hambre dijo: “Juro, como Ra me ama y como mis narices se han renovado de vida, que es más grave a mi corazón que los caballos hallan sufrido hambre que cualquier otra mala obra que tú (Nemrot) hallas cometido”.

El amor de los egipcios por sus mascotas y por todos los animales en general les llevaba a momificar sus cuerpos con los honores dignos de un rey.
Y la mejor prueba de ello es este cánido de caza, encontrado en la tumba KV50 del Valle de los Reyes, perteneciente con toda probabilidad a un faraón de los tiempos de Horemheb.

Fue despojado de sus vendajes por saqueadores, pero ello no ha influido para que se mantenga en tan excelente estado de conservación.
Así relata su hallazgo el descubridor de sus restos:
“Descendí por el pozo y entré en la cámara, la cual reveló una temperatura extremadamente alta y un techo demasiado bajo. Me asusté cuando ví cerca de mí un perro amarillo de tamaño natural levantado sobre sus patas, con su corta cola ondulada detrás y sus ojos abiertos. A pocos centímetros enfrente de él había un mono sentado, en perfectas condiciones; durante un momento pensé que estaban vivos, pero en seguida observé que habían sido momificados y que los antiguos saqueadores los habían despojado de sus vendajes. Evidentemente habían sentado al mono sobre un fragmento de su sarcófago de madera y habían colocado al perro frente a él, casi tocándose con los hocicos. Creo que los ladrones los colocaron así para divertirse [-]”.

De 17 centímetros de alto y 56 de largo, el can fue enterrado a su muerte junto con un babuino (que se preserva también de manera fascinante), y momificado para conservar su cuerpo en la Otra Vida.

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