JOEL - PETER WITKIN (13 Septiembre 1939)

En sus instantáneas aparecen transexuales, enanos, personas con deformidades, cuerpos mutilados, sexo y muerte.
En sus instantáneas da cara y voz a esos temas que solemos obviar. Que nos incomodan.
Devoto de Giotto y nacido el 13 de Septiembre de 1939 en Brooklyn, Nueva York, Joel - Peter Witkin y su peculiar manera de concebir el arte crea controversia allá por donde va.
Se dice que su “siniestra” manera de ver el mundo radica en un episodio que presenció cunado contaba siete años de edad: la cabeza de una niña decapitada en un accidente de tráfico llegó rodando hasta pararse a sus pies.
De padre judío y madre católica, se aficionó a la fotografía después de que sus progenitores se divorciasen por sus irreconciliables creencias religiosas. Cuando tenía cinco años y su padre iba por la casa para tratar algún asunto monetario con su ex - esposa, se acercaba a Peter con unas cuantas instantáneas sacadas de revistas como Life o Look, o de periódicos como el Daily Mirror o The News, y le decía: “Yo no puedo hacerlas, pero tal vez una parte de mí sí que pueda … a través de ti”.
Comenzó su carrera fotográfica en un estudio especializado en el proceso Dye Transfer (proceso de transferencia de colorantes que permitía en los años 40 obtener una imagen a color de una magnífica calidad) y más tarde fue asistente en dos estudios fotográficos más.
Entre 1961 y 1964, trabajó como fotógrafo durante la Guerra de Vietnam y en el 67 se dedicó a trabajar como fotógrafo independiente y se convirtió en el fotógrafo oficial de City Walls Inc.
Terminó sus estudios de escultura en el año 1974 y tras conseguir una beca en la universidad de Columbia, terminó sus estudios en Nuevo México donde consiguió su master en Bellas Artes.
Witkin alborotó a la opinión pública en la década de los años 80 con fotografías que rayan lo grotesco, protagonizadas por personas deformes, cuerpos mutilados y puestas en escena de acontecimientos de la historia eclesiástica que citan conocidas obras maestras.
En su mundo no hay grises, y la gente que conoce su trabajo lo ama con obsesión o lo detesta.
Witkin aborda desde el principio de su carrera los otros “yo” que tenemos dentro: los que no somos pero que podíamos haber sido (enanos o gente deforme), los otros que podemos ser en potencia a través de la metamorfosis de nuestro cuerpo (transexuales o tullidos) y lo que vamos a ser tarde o temprano (cadáveres).
Más de cincuenta años poniendo su cámara al servicio de los “parias” y de haber rozado la marginación en su propio mundo, le ha reportado ser uno de los fotógrafos más importantes y conocidos a nivel mundial.